Así debería ser el ser humano que se proponga vivir sin las limitaciones que imponen los estereotipos sociales. Actuar según las normas implica aceptar condicionantes que deberían tener efecto según la edad cronológica que tengamos, lo cual es simplemente un absurdo impuesto por el costumbrismo y las regulaciones de los estados nacionales que establecen criterios generales, hábilmente basados en estadísticas, también generales, que jamás contemplan los casos que para ellos están “fuera de la norma” y que suelen definir como “atípicos”.
Todos tenemos algún tipo de limitación, pero muchas veces es menor de la que nosotros mismos creemos. Parece ser que cada uno vive su vida tal como se siente internamente. Si Ud. se siente viejo, seguramente así actuará, y si Ud. tiene espíritu vital y joven, así transitará sus días.
Uno de los momentos, pero no el único, que define nuestra actitud ante la vida, es el de la jubilación, cuando una persona se retira de su trabajo, de su profesión, y luego de un largo suspiro expresa: “al fin”. En esta situación, algunos se relajan y preparan las pantuflas, el sillón y el control remoto, algo que pasado algún tiempo, no los llena ni los satisface y se torna en aburrimiento, tedio y un “no saber qué hacer” que los va consumiendo poco a poco.
Por el otro lado están los que, luego de expresar “al fin”, consideran que es un gran momento para iniciar un camino nuevo, sea en una actividad, en el estudio, en un hobby, un nuevo emprendimiento, o lo que sea que se propongan hacer, teniendo muy presente que cuentan con una ventaja superior sobre otras personas, que es la experiencia de vida y de conocimientos sea cual sea el área en el cual se hayan desempeñado.
Este último grupo de personas es el que nunca piensa en la edad cronológica como un peso o limitación, ya que la única limitación procede de su voluntad y determinación. Ud. en qué grupo se encuentra?
Una de las formas de cambiar la realidad, es dejar de hacer siempre lo mismo. Por ello, fijarse un objetivo y una tarea para el día siguiente, es lo que nos permite levantarnos de la cama con espíritu dispuesto.
Hay que dejar de pensar en la edad cronológica y pensar mucho más en todo lo que podemos hacer de aquí en adelante.