Por Daniel Spinato
Y quién soy yo sino acaso un ejemplar concebido en la mente divina, cuya péndola inescrutable ha narrado mi vida mucho antes de mi.
Mientras tanto, deambula bufando el salvaje animal de mis ideas confinado entre los barrotes de la mente jaula aguardando el precioso momento en que, liberado en todo su potencial, andar ilimitadamente pueda por entre el verde silencioso de campos y praderas del discernimiento en compañía del alma viajera que todo lo puede y todo comprende.
Sólo así, sin mas horizonte que la propia eternidad, sabiendo como sabe, que es tan solo una idea en busca de su destino.
Porque finalmente somos una idea, que un día toma forma y otro día se desvanece para volver a ser en el mágico círculo de la vida.
Porque finalmente somos una idea, que un día toma forma y otro día se desvanece para volver a ser en el mágico círculo de la vida.